La medicina estética funcional aborda una amplia variedad de condiciones relacionadas con la apariencia física y el bienestar general del paciente. Aunque los tratamientos específicos pueden variar según las necesidades individuales, con un enfoque en salud y bienestar en general:

• Mejoría de la textura y envejecimiento cutáneo: tratamientos para reducir líneas de expresión,  pérdida de firmeza y vitalidad cutánea

• Hiperpigmentación: reducción de manchas oscuras en la piel causadas por el sol, el envejecimiento o condiciones como el melasma

• Acné y cicatrices de acné: control de acné activo y mejoría de sus cicatrices

• Tratamientos capilares: mejoría de la salud y el aspecto del cabello, además de tratamientos para la caída del cabello abordando desde el interior casos como alopecia androgenética, SOP, alteraciones tiroideas, enfermedades autoinmunes (lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide, alopecia areata) y casos de caída del cabello por deficiencias nutricionales, infecciones y alteraciones en la modulación del ánimo

• Flacidez corporal y reducción de adiposidad localizada: en áreas como los brazos, abdomen, muslos, flancos y caderas

• Tratamientos para la hiperhidrosis (sudoración excesiva): desde el enfoque de medicina funcional, abordando las causas subyacentes al desequilibrio en la actividad de las glándulas sudoríparas y controlar la sudoración excesiva en áreas como las axilas, las manos y los pies.

Principios y enfoques:

• Individualización del tratamiento: se considera la singularidad de cada paciente, evaluando no solo la apariencia externa sino también el estado de salud interno. Se busca tratar las causas subyacentes de los problemas estéticos.

• Enfoque integral: considera la salud global del paciente, se busca equilibrar tanto el bienestar interno como externo.

• Prevención y bienestar a largo plazo: más allá de corregir problemas estéticos inmediatos, se enfoca en promover la salud preventiva y el envejecimiento saludable para mantener la salud y la belleza a largo plazo.

• Énfasis en la seguridad y la naturalidad: prioriza tratamientos que minimizan riesgos y efectos secundarios, así como aquellos que preservan la naturalidad y armonía del aspecto físico del paciente.

• Promoción de un envejecimiento saludable: se fomenta un envejecimiento saludable y natural, preservando la armonía facial y corporal a través de tratamientos que respetan la individualidad y los procesos biológicos del paciente.

• Prevención de problemas futuros: al abordar y corregir desequilibrios estéticos y de salud tempranamente, se puede prevenir la progresión de problemas mayores en el futuro, como el envejecimiento prematuro de la piel o el deterioro de la salud general.

• Mejora de la autoestima y bienestar emocional: al mejorar la apariencia física, genera un impacto positivo en la autoestima y el bienestar emocional del paciente, promoviendo una mayor confianza y satisfacción personal.

• Integración de técnicas avanzadas: combina procedimientos estéticos tradicionales con terapias avanzadas de medicina funcional.

La medicina estética funcional ofrece una combinación única de mejoras estéticas y de salud, con un enfoque en la personalización y la integración de tratamientos avanzados para promover el bienestar integral del paciente a largo plazo:

• Abordaje de causas subyacentes: en lugar de solo tratar síntomas superficiales, se investigan y tratan las causas subyacentes de los problemas estéticos. Esto puede conducir a mejoras a corto, mediano y largo plazo en la apariencia y en la salud general.

• Tratamientos personalizados: cada paciente recibe un plan de tratamiento personalizado según sus necesidades específicas y sus objetivos estéticos. Esto garantiza resultados más satisfactorios y adaptados a las características individuales.

• Bienestar y Salud Holística:

  • Terapias holísticas: como naturopatía que apoya la salud física y general del cuerpo desde el uso de hierbas medicinales desde un enfoque personalizado y adaptado a las necesidades de cada persona. Por otro lado, la moxibustión, promueve la circulación sanguínea y la regeneración celular, mejorando así la calidad de la piel y potenciando los resultados estéticos de manera natural y equilibrada

  • Nutrición y dietética: una adecuada alimentación optimiza los resultados de tratamientos estéticos, ayuda a mantener la piel, el cabello y las uñas en condiciones adecuadas, mejora la cicatrización, reduce la inflamación y aumenta la energía, importante en un plan de pérdida de peso, potenciando así los efectos de los procedimientos estéticos y promoviendo resultados a largo plazo.

  • Suplementación nutricional y hormonal: deacuerdo a las necesidades individuales de cada paciente, se asegura todos los nutrientes y antioxidantes necesarios para la salud de la piel, uñas, cabello y cuerpo; mejorando la función celular, el metabolismo, la renovación y regeneración celular

  • Prescripción de ejercicio:  mejora la circulación sanguínea, promueve la eliminación de toxinas, y mantiene la tonicidad muscular y la flexibilidad. Optimiza los resultados estéticos, contribuye a la salud cardiovascular, el control del peso y el bienestar general del paciente, promoviendo un envejecimiento saludable y equilibrado.

  • Asesoramiento en gestión del estrés y relajación: incluye tratamientos como masajes y terapias de relajación profunda. Ayudan a reducir los niveles de cortisol, mejora la calidad del sueño, y promueve un estado mental positivo. Favorece resultados estéticos más duraderos al disminuir el impacto del estrés en la piel y el cuerpo y al contribuir al bienestar emocional y mental, apoyando un enfoque holístico hacia la belleza y el cuidado personal.

  • Terapias regenerativas: como factores de crecimiento, células madre y bioestimuladores de colágeno que estimulan la regeneración celular y el rejuvenecimiento natural de la piel y otros tejidos; mejoran la textura, elasticidad y luminosidad de la piel, promoviendo resultados estéticos naturales y duraderos. Además, ayudan a minimizar los signos de envejecimiento y a mantener un aspecto juvenil y saludable a largo plazo.

  • Valoración del progreso: mediante controles exhaustivos, evidenciando evolución de la condición del paciente, para ajustar o mantener intervenciones terapéuticas llevando a resultados satisfactorios que generen un aspecto natural y que optimice la salud integral y promueva un bienestar a largo plazo.